Como si fuera por instinto, mis ojos te buscan de manera constante, casi rítmica. Recorro una larga lista de rostros buscando el tuyo, ese que siempre tiene una sonrisa, tal vez por ser fotografía, tal vez por ser tu esencia, o tal vez porque me gusta imaginarte sonriendo, sonriéndome, a punto ya del besar, ese beso que nunca llega; se atora entre las redes de comunicación (que son, en la mayoría de los casos, las más enmarañadas y pegajosas de entre una gran variedad de redes) y se queda inconcluso, vano, solo… pero nunca olvidado.
Recorro del antier al después, buscando, pensando, siempre con tu idea en la mente, con las ganas de ser, queriendo salirme de mi, deshabitarme, dejar un cuerpo vacío, como molde de cartón dejado de lado, ir contigo, visitarte, recorrerte, acompañarte, ver y analizar a los que te acompañan, aprenderlos, analizarlos; convertirme en idea terca y convencerte de que entres por los ojos de ese molde que quedó vacío, y te veas a través de mis ojos (o donde deberían estar mis ojos) y te des cuenta de lo sencillo que es ser atraído por tu vida, por tu sencillez, en fin, por ti, quizás así pueda sacudirme la culpa.
Y es que soy quien llega tarde, soy aquel que se queda esperando a que abran la puerta, una puerta a la que después llaman y abren, y cuando soy yo el que llama, el anfitrión está apurando la copa de vino para servir la taza de café y la sobremesa, acompañada siempre de las flores que yo envié desde días atrás. Quizás es un defecto cronológico, he pensado que es parte de quien soy, sin embargo, en momentos como ahora, lo único que puedo hacer es arremeter contra el calendario, romperlo a golpe de palabra, destrozar los espacios que delimita, como burlándose, esperando que así deje de correr el tiempo. Pero cuando volteo alrededor me doy cuenta de que en esta guerra sin cuartel en contra de Cronos, arrasé con todo. Estoy solo y a oscuras, apenas puedo levantar un brazo para, a tientas, con miedo, como si fuera por instinto, buscarte, entre una larga lista de rostros, esperando encontrar la fotografía de tu sonrisa.
poet@ enRED@do 18/nov/2010
2 comentarios:
Destiempo, contratiempo... Me agrada el coincidente tema y t sentido modo de abordarlo. Tiene cierta musicalidad y ritmo, jejeje además ayuda mucho a la comprensión la capacidad de sentir algo similar. Un abrazo entre colegas. POP
Gracias, mi amigo! Espero que nuestra eterna sincronía sentimental nos lleve alguna vez a terrenos menos agrestes... Un abrazo!
Publicar un comentario