
Hay dolor, te lo adelanto, y existe la paz, que es tan tangible como peligrosa.
Somos más que la pura intención de unirnos. Somos resultado de días, meses, horas, minutos de certezas entretejidas por la dinámica y el azar.
Somos tiempo, materia, espacio, magnetismo, credo, error, capricho, vuelo, caída, impulso y retroceso.
Somos todo, y más que eso, somos nada.
Locura, víctima y verdugo.
Palabras, quejidos, gritos, maullidos. Y a veces somos dos sintiéndonos uno, y hay maravilla de espalda a la mierda, como pueden ser varios los ceros a tu izquierda.
Te lo adelanto, y te lo puedo asegurar, hay dolor y existe la paz.
Jaime Ades
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